“Funas” ¿camino válido para reclamar algo?
- carlosterant
- 15 ene 2021
- 4 Min. de lectura
Cada día más vemos “funas”, sea en redes sociales, sea en calles o en actos públicos, el último visto y que logró notoriedad fue vivido por el señor ministro de Salud don Enrique Paris en su domicilio particular, durante la noche.
Orígenes históricos de las funas
El origen histórico está en los “escraches” que realiza la asociación HIJOS, de Argentina desde mediados de los noventa tras un acto homenaje a los muertos y desaparecidos por la dictadura de Videla de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata, organizado en 1994 por un grupo de ex alumnos.
Hay quienes asocian el término “escraches” con la palabra genovesa scraccé (retrato) con el término italiano scaracio (escupitajo) y otros con el inglés scratch (arañar o rayar). Por su parte, la Academia Argentina de Letras lo define como una "denuncia popular en contra de personas acusadas de violaciones a los derechos humanos o de corrupción, que se realiza mediante actos tales como sentadas, cánticos o pintadas, frente a su domicilio particular o en lugares públicos" según ha sostenido la Academia, la expresión provendría del cruce entre las palabras "escracho", en su acepción italiana de fotografía o retrato, y "escrachar", en su acepción anglosajona de "romper, destruir, aplastar”.
Con el antecedente argentino, llegan a Chile bajo el concepto de "Funa", término que provendría del mapudungún[i] y quiere decir “podrido”, por lo cual popemos entender que se critica algo que se está pudriendo, sea una persona o grupo, que ha cometido un acto que se considera ilegal, injusto.
La primera "funa" realizada en Chile fue el 01 de octubre de 1999 en un centro médico privado en Santiago de Chile. El objetivo fue Alejandro Forero Álvarez[ii], un cardiólogo ex agente de la C.N.I., acusado de facilitar herramientas químicas para su administración en prisioneros políticos, para su tortura y posterior desaparición.
Con el paso del tiempo las “funas” se fueron extendiendo y fueron teniendo distintas manifestaciones, con el movimiento de los indignados en España, se masifica de manera importante con el movimiento “me too”[iii] que surge a propósito de las denuncias realizadas en contra de Harvey Weinstein[iv], productor de cine de estados Unidos.
Con el desarrollo de las redes sociales, muchas actividades de "funa" se han trasladado al ciberespacio, aprovechando internet como un medio que sirve para realizar estas prácticas y, por supuesto, masificarlas de manera más rápida, así las cosas, en nuestro país, políticos, rostros televisivos o ciudadanos comunes y corrientes han sido objetos de denuncias, amenazas y todo tipo de ataques, sea por delitos, faltas o situaciones que no son del parecer de quienes ejecutan estos actos de reproche.
"Funas" en nuestro ordenamiento jurídico

No existe una norma legal en nuestro ordenamiento jurídico que castigue expresamente el acto de funar, lo que pudiera dar una falsa imagen de que se trata de un acto lícito o al menos válido, sin embargo, no podemos olvidar que estas publicaciones han llegado a costar la vida de personas, que se han privado así mismos de ella por el desprestigio al que ha sido expuestos públicamente[v].
No obstante, no existir una norma expresa que sancione las "funas", sí hay formas que permiten perseguirlos, así las cosas, son múltiples los casos de nuestras Cortes de Apelaciones, a vía ejemplar, se puede citar lo dicho en octubre por la Iltma. Corte de Apelaciones de Valparaíso, que sostiene en parte de su sentencia que quien realiza la funa “…afirma que fue víctima de tocaciones no consentidas, (…) además de actos de violencia que habrían dejado huellas en su cuerpo…” agregando luego que “…se trata de imputaciones de ilícitos penales que no cuentan con respaldo ni denuncia realizada ante el Ministerio Público…”
Señalando luego el fallo de la Corte que “…el comentario tampoco encuentra justificación en la libertad de expresión, límite natural y obvio del derecho a la honra, ya que, tratándose de hechos constitutivos de delito, la vía natural e idónea para obtener justicia es el ejercicio de las acciones judiciales ante los órganos y tribunales competentes, que permitan a ambas partes expresar sus puntos de vista y rendir prueba sobre sus afirmaciones.”
Pero aún más: son delitos
Según el contenido de la "funa" se puede transformar en un delito de injurias, de calumnias, de amenazas (en cualquiera de sus especies) y además, puede dar lugar a responsabilidad civil, esto es, a la obligación de indemnizar los daños o perjuicios en contra de quien se haya dirigido la "funa".
En consecuencia, y respondiendo la pregunta que da título a este artículo, las "funas" no son un camino válido, corresponde a una manifestación de autotutela y la persona “funada” se convierte en víctima por la deshonra y el descrédito que atentan contra su imagen, su honor, privacidad y en muchos casos, por la falsedad de los hechos que se le atribuyen.
[i] libro Mapudungun el habla Mapuche, de Fernando Zuñiga, editado por el Centro de Estudios Públicos, página 317, reimpresión 2007
[ii] https://www.memoriaviva.com/criminales/criminales_f/forero_alvarez_alejandro_jorge.htm
[iii] Cronología de un movimiento global https://elpais.com/especiales/movimiento-metoo/cronologia/
[iv] Casos de abuso sexual contra Harvey Weinstein https://es.wikipedia.org/wiki/Casos_de_abuso_sexual_contra_Harvey_Weinstein
[v] Tal vez el más emblemático lo encontramos en la frase "Más vale un final terrible que un terror que no tiene final" que fue escrita por el músico mexicano Armando Vega-Gil en una carta de despedida publicada en Twitter hacía referencia a su decisión de suicidarse luego de que su nombre apareciera en la cuenta @metoomusicamx que se define como un espacio abierto para denunciar agresiones en la industria de la música, en la que fue acusado de acosar y abusar de una niña cuando ella tenía 13 años. En la misiva, en que recalca que es inocente de los hechos que se le imputan, explica su determinación y afirma que "su vida está detenida, no hay salida". También agrega que "La denuncia es anónima y quien la lanza a las redes está en todo su derecho de hacerlo así, pero esto pone en entredicho toda mi carrera. Insisto, no ocurrió (…) Sé que en redes no tengo manera de abogar por mí, cualquier cosa que diga será usada en mi contra, y esto (el #MeToo) es una realidad que ha ganado su derecho en el mundo, pues las mujeres, aplastadas por el miedo y la amenaza, son las principales víctimas de nuestro mundo". En un mensaje de audio enviado a un amigo enfatiza que, más allá de cómo evolucione el caso, perderá todas sus fuentes laborales y siempre quedará un manto de duda sobre su nombre.
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